Tras una temporada inusitada, interrumpida y convulsionada deportiva e institucionalmente, es un buen momento para replantearse el Norte.
Poco sentido tiene entrar en detalles de lo acontecido y de lo que se sabe. El fin de esta campaña 2019/2020 que empezó en la pre historia con Cacho Sialle y finalizó con la salida de la dupla Sergio Lara – Sebastian Sibelli en el periodo estival del 2021 puede suponerse que dejó un saldo aceptable, con un team que detuvo su marcha aceitada y en alza al momento del ASPO para no volver a ser.
El cierre del ejercicio 2020 tuvo un recambio total dirigencial, autoridades las cuales deberán respetar al pie el Nuevo (Viejo) estatuto. Ahí radica el primer desafío no negociable, hacer valer nuestra propia Constitución un tanto más aggiornada a aquella de los albores. Hay que dejar de ser informales para volver a ser viables y creíbles. De ahí en mas nacerá todo lo deportivo e institucional.
En pocas semanas la CD y la Subcomisión de Futbol tendrán ya están diagramando que versión y visión veremos sobre el verde césped la verdad como decía Angelito Labruna. Muchas veces escucho hablar en terminologías modernas de una palabra remanida: Proyecto. En esa palabra se abre un abanico de infinitas posibilidades que van desde lo Lirico hasta lo Pragmático. «Presión Alta» ;» Se necesita Gente Joven»; «Necesitamos un Manager»; «Hay que jugar así»; «El fulbo es siempre igual» son algunos de los latiguillos de los que la saben lunga. Con el tiempo, aprendí que muchas veces una buena idea no redunda en un buen negocio, que desde afuera muchas veces se puede ver mejor un diagnóstico, pero cuando se está adentro y al momento de gestionar cambia la perspectiva. Que para apostar hay que tener fichas y tener en cuenta que no hay que rifarlas, más cuando los recursos son limitados. Seguramente en cuestión de días/horas habrá un nuevo Cuerpo Técnico en función del famoso Proyecto a corto/mediano/largo plazo.
En lo personal, más allá de que no es afín a mi paladar no veo con malos ojos el desembarco de un perfil Fabian Nardozza, máxime teniendo en cuenta que está libre, pasado con gloria en el club, cierto consenso popular y CV probado. Pero bueno sabemos porque no llegó antes, por la lógica del «Mientras esté yo…», siempre la persona por encima del club. Ahí retomo con el deseo de un estatuto acorde a los tiempos modernos. Mientras tanto bajo su ojo clínico tuvieron sus chances otros de experiencias olvidables, bajo esa consigna errónea de que por ser del club o quererlo todo iba a fluir. Si fuese solo por ello, mi abuelo se hubiera merecido una chance, tan solo por quererlo más que yo y que mucho de ustedes. Y no es contra fáctico plantear que a la luz de los hechos a Deportivo Morón le fue mejor con técnicos del afuera sea Blas Giunta, ni que hablar Walter Otta mas acá en el tiempo.Vendrá otro seguramente, un probado, un tapado o una sorpresa. Y las nuevas autoridades están en su total derecho de elegir lo que consideren mas adecuado, para ello fueron elegidos.
No es cuestión tampoco de querer inventar el agua tibia, el camino del éxito es más o menos siempre el mismo. Sin Mesías ni patrones de estancia, ya se sabe que los Mesías duran un periodo, aparecen y se van dejando un tendal y/o una estructura inviable.Ya no se gana con ser mas popular o mas convocante, nadie omite que sigue siendo un capital valioso, pero la base está en ser buenos administradores con lo que se tiene y generar mas. Sin citar ejemplos locales, también pasa en el ámbito internacional; grandes cada vez mas poderosos y chicos que piden pista con logros y éxitos. Algunos se la adjudican a San Martin y otros a Perón, no viene al caso, pero si es cierto lo que alguna vez se dijo «La organización vence al tiempo». Tomemos nota.
Por Fernando Grieco