Ocuparse y preocuparse

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Sabido es que el fútbol argentino no ofrece otra cosa que equipos irregulares y partidos mediocres en cualquier categoría. Boca acumula 7 fechas sin ganar, San Lorenzo 3 derrotas consecutivas como local, San Martín de San Juan arrastró 16 partidos sin victorias y Unión de Santa Fe llegó a los 26.
Cualquier ejemplo citado anteriormente sería el bocadillo perfecto para contrarrestar al pesimismo, minimizar la situación o encuadrarla dentro de una aparente nomalidad. De hecho, en la B Metro Atlanta sacó un punto de los últimos nueve y ahora no lidera con holgura. Pareciera imposible no quedar preso de dicha irregularidad, pero no se puede hablar de rachas. Las últimas 2 campañas de Deportivo Morón son muy flojas y no es casual.

Hay errores conceptuales no menores y reiterados. Al equipo de la temporada pasada hasta se le llegó a tener compasión porque no había mas de donde rascar.Era una anarquía táctica donde cada uno hacia lo que podía anteponiendo las ganas por sobre la técnica.

El equipo actual ni siquiera muestra rebeldía, nadie grita ni ordena, salvo Mariano Martínez que muestra compromiso ante la impotencia. Sin querer reivindicar la patada artera en el futbol, cuando Italia perdió por goleada la Eurocopa en manos de España, Andrea Pirlo cometió una infracción que no cambió el resultado pero marcó territorio con un mensaje claro, me estas ganado 4 a 0 y nada puedo cambiar, pero tampoco te vas a florear en mi cara.

Acá poco de eso pasa, a Deportivo Morón le ganan muy seguido y con asombrosa facilidad, sin resistencia. No se le puede achacar toda la responsabilidad al presidente cuando se habla estrictamente de futbol, ya que apenas transita un año al frente del club. Ahora bien, la Subcomisión de Futbol que lo rodea, con antecedentes poco exitosos en su haber, tampoco lo asesoran en buena forma.

En su momento se demoró tanto la salida de Salvador Daniele como se apresuró la llegada de Mario Grana. Los tiempos apremian y seguirán apremiando aun más.
En el supuesto caso que ascienda la UAI Urquiza, que es un equipo bien armado similar a Villa Dálmine, se entiende que no será un rival directo que estará de paso, sumado a que  pueda llegar a descender Chicago, este dividirá por 2 temporadas con una campaña de vanguardia, lo que tornará aun mas compleja la situación, porque ya no existirán equipos en la condición que hoy están San Telmo y Central Córdoba.

Hay que apostar a cambiar la mentalidad de club chico (como  aquel que subsistía con un piso – techo de 1500 socios), traer 20 jugadores temporada tras temporada y que con suerte se rescaten 2 o 3. Apostar todos los recursos económicos genuinos al futbol que conllevan a magras cosechas.

Una perlita, en el receso se repatrío a Gastón Ada, que nunca volvió a jugar ni sumó minutos. En la condición que haya venido y bajo esa misma condición: ¿No hubiera sido mejor apostar a un enganche  o defensor como apuesta a futuro? ¿Qué sentido tenía sobre poblar una zona que ya tenía 5 jugadores?

Faltó visión, tacto, o como quiera llamarse. La cuestión hoy en día es que será mas que difícil cerrar contrataciones para el próximo torneo, a sabiendas que ya la trituradora se cargó nombres de peso, y si antes la presión por lograr el ascenso era atroz, hoy costará el doble encontrar alguien que esté dispuesto a inmolarse por la causa de permanecer.

En tiempos donde la sal no sala y el azúcar no endulza, ojalá siempre haya raros peinados nuevos.

Por Fernando Grieco