Reseña histórica

Por Marcelo Barraza (www.deportivomoron.net)

Prólogo

Yo creo que desde el fútbol podemos crear un espacio de identidad. Una identidad que nos ligue a nuestra tierra natal, al barrio. Y qué mejor manera de expresar nuestra pertenencia, que formando parte del club que nos aglutina y que nos representa en competencias. En el lugar del mundo al que pertenece, en sus progenitores, el hombre busca el génesis de su identidad porque, en el fondo, conocer los orígenes, la historia, es conocernos a nosotros mismos. De ahí, que el motivo de la historia aquí contada es generar conciencia de nuestra pertenencia al Oeste, donde vivimos los que en todos los atardeceres apagamos el sol.

Se me hace muy difícil escribir la historia de un club que tiene varias disciplinas deportivas, hablando solamente del fútbol como si fuera el único deporte. Aunque en realidad, no podemos ignorar que el génesis del club fue, precisamente, debido al fútbol. Los millones de hinchas que poblamos las tribunas, por más que nos diferencien los colores de una casaca, pertenecemos todos a una misma raza: la raza del hincha. Los artífices de este sueño fueron y son personas con vocación de hinchas de fútbol. Por lo tanto, amigos, este es un relato de la historia narrada por un “hincha de fútbol”.

Como Morón no es una isla, me parece importante destacar el contexto histórico de nuestro partido y el contexto del fútbol en general, para una mejor comprensión de la realidad que fundamenta la identidad de una pasión.

Esta es, amigos, sólo una curiosidad pasional.

 

En la máquina del tiempo

Contexto histórico del Partido de Morón

Las tierras que hoy pisamos los habitantes del Oeste fueron pobladas, anteriormente a la llegada de los españoles, por los querandíes o pampas, pueblos nómades de la región pampeana.

Recién hacia 1580, con la segunda fundación de Buenos Aires, se tiene registro de que los españoles poblaran estas tierras. Juan de Garay había adoptado la política de asignar títulos de propiedad a los vecinos más prominentes de la ciudad. Entre quienes bajaron con Garay desde Asunción para fundar la ciudad se encontraba el capitán Juan Ruiz de Ocaña, hijo de uno de los soldados españoles que habían arribado al Río de la Plata con don Pedro de Mendoza. Alrededor de 1589 recibió en merced unas 1800 hectáreas situadas al este del arroyo Morón. Esta circunstancia determinó que durante todo el siglo XVII esta zona fuera denominada Cañada de Juan Ruiz.

En casi todos los pagos de la campaña bonaerense, las familias propietarias solían prestar su nombre a los accidentes geográficos. Como muchas de estas familias vendieron sus tierras y fueron reemplazadas por otras, con cierta frecuencia los nombres de los pagos cambiaron. Eso fue lo que sucedió, precisamente, con el partido de Morón.

Desde bastante temprano, los porteños hablaban de la Cañada de Juan Ruiz para referirse a las tierras aledañas al arroyo Morón, haciendo alusión a la familia del primer vecino que recibió una parcela junto a este curso de agua. Pero desde mediados del siglo XVIII, el pago fue conocido como Cañada de Morón: ello se debió a que al vender los descendientes de Juan Ruiz de Ocaña las tierras que pertenecieron a éste, una fracción de las mismas cayó en propiedad de Isabel Torres Briseño, viuda del capitán Diego Morón.

Hay otras teorías con respecto al origen de nuestro nombre:

– La más difundida es la que se refiere al término morón, que significa montículo de tierra, y que haría alusión a las lomadas que caen al arroyopero dichas ondulaciones pueden observarse en toda la región norte de la provincia de Buenos Aires, no siendo un rasgo distintivo solo de aquí.

– El nombre originario del pago fue Morán, debido a que un tal Pedro Morán fue propietario de terrenos en esta zona, pero que éste cambió con el tiempo a Morón.

– El nombre proviene del pueblo de Morón, en Andalucía, de dónde serían oriundos los primeros pobladores españoles de esta zona.

– Una bisnieta de Juan Ruiz de Ocaña, Petrona Piña de Aguilar, poseyó estos terrenos, y tenía especial veneración por San Pedro de Morón, el santo de su nacimiento.

Lamentablemente, no hay pruebas documentales que puedan sostener alguna de estas últimas cuatro teorías.

Hacia finales del siglo XVIII, la presencia del camino real, que conducía a Chile y Perú, fue fundamental para el partido. Este camino, que hoy es la Avenida Rivadavia, pasaba por el entonces “pueblito” de Morón para dirigirse luego al río Reconquista, al que atravesaba por el que fue llamado desde entonces Paso del Rey.

La evolución más importante del Partido de Morón se destaca a mediados del siglo XX. Se asiste por entonces a una gran demanda de viviendas que llevan al loteo y fundación de nuevos barrios y villas en los todavía espacios vacíos. El proceso de industrialización en el que entró el país en aquella época sumado a las fuertes políticas de contenido social, tuvo una importante incidencia en el crecimiento demográfico de la región, aunque también hay que destacar otra variable fundamental que fue el transporte fluido asegurado por el paso del ferrocarril y de los colectivos, sumado a su cercanía relativa a la Capital Federal. Este proceso se observa entre 1947 y 1960 y es el período de nacimiento y de consolidación de nuestro querido Deportivo Morón como institución.

 

Día de Morón

Siendo Morón un asentamiento que evolucionó a lo largo de varios siglos y por ello no habiendo una fecha precisa fundacional del lugar, se toma el 5 de octubre como Día de Morón. Se festeja entonces la festividad de la Patrona municipal, la Inmaculada Concepción del Buen Viaje, advocación de la virgen de la Capilla de Morón, posta del camino hacia el interior del territorio.

 

El Gallo de Morón

El juego de riñas de gallos en tiempos de la colonia fue una de las diversiones preferidas. Morón se hizo famoso en este entretenimiento y pese a que fue prohibido por las autoridades, el pueblo lo seguía jugando.

El gallo español, según la tradición, es desplumado. No así el de Morón que fue pintado con importante plumaje, soberbio y erguido. Así se lo evoca como señal de guardia, defensa y símbolo de la ciudad. Su imagen está ubicada en una esquina de la Plaza San Martín, fue obra del escultor Amado Armas e inaugurada el 11 de agosto de 1963.

 

Contexto Histórico Futbolístico

Hacia fines del siglo XIX nacen los primeros clubes que concitan la práctica del fútbol, conocido como “football” por aquellas épocas ya que en sus comienzos en nuestro país era un deporte de elites debido a que fue incorporado por los inmigrantes ingleses, y lo practicaban los jóvenes de clase alta en los “colleges” y en las universidades, de manera amateur. Por este motivo no es de extrañar que estos clubes hayan sido fundados en Capital Federal. Alejandro Watson Hutton, un británico nacido en Glasgow, fundó la Buenos Aires English School en la que inculcó una “conciencia futbolística”. Y hacia 1887 funda el Alumni, equipo compuesto en un principio netamente por jugadores británicos.

Con la llegada de los inmigrantes comenzaron a fundarse nuevos equipos de fútbol, ya no compuestos por universitarios, sino por gente de clase media, obreros de fábricas y portuarios. Y así, entre 1901 y 1908 nacen los denominados “5 grandes” del fútbol argentino.

Hasta que en 1913 el Racing Club de Avellaneda gana el campeonato, y es la primera vez que un equipo compuesto íntegramente por jugadores criollos se adjudica el torneo. El predominio inglés, que ya había sufrido en 1912 la quiebra del Alumni, ahora sufría un segundo cachetazo con el campeonato obtenido por Racing. Pero el primer campeonato profesional se jugaría recién en 1931 (lo ganaría Boca Juniors) y en 1934 se fundaría la AFA.

Tan bien incorporamos esta práctica foránea que no sólo los argentinos creamos nuestro propio estilo de juego en este deporte, sino que también lo perfeccionamos. Presten atención a lo que decía la revista El Gráfico en 1932: “La nación se expresa a través de su selección, Buenos Aires produce cosas nuestras aceptadas que recorren todo el mundo. Tango y fútbol. Al fin somos algo.”

Aunque en algo somos iguales a los ingleses (y debemos admitirlo): en la pasión del hincha de fútbol. Ahora bien, la razón por la que genera tanta pasión una bocha de cuero impulsada por un botín para que ésta ingrese en la meta, no hace falta que yo se las explique a ustedes, mis queridos amigos hinchas del Gallo. Ustedes mismos la demuestran cada fin de semana en el único lugar en el que se puede explicar: en el tablón.

 

C.D.M.

Los Piratas deportistas

Considero que el fútbol en esencia es barrial, o zonal. Cada club que posee un estadio en determinada zona o barrio, representa deportivamente a ese ámbito geográfico. Por distintas razones, luego, se vencen dichos límites, y sobre todo en los “equipos grandes”, esa representatividad barrial queda relegada.

Hacia 1940, entonces, el fútbol deporte se va definiendo lentamente como un fenómeno social, y más aún, como un fenómeno de masas. Pero mientras los que viven en Capital Federal, o en la zona norte o en la zona sur tienen sus equipos representativos, en el Oeste, recién en 1938, bajo los auspicios del Municipio, se reúnen 20 clubes pertenecientes a la comuna y se forma la Asociación de Fútbol de Morón, en la que se disputa una liga amateur.

Por aquellos tiempos, dos amigos inseparables, Filiberto Ferrante y Carlos Pagano vienen incubando una idea: crear un club de fútbol. Para aquel entonces, Pagano dirigía un equipo de barrio integrado por amigos y compañeros conocido como “Los piratas”.

Así es como un viernes 20 de junio de 1947, mientras se festeja el Feriado Nacional, en la esquina de Buen Viaje (se llamaba Alsina en aquel entonces) y San Martín, en el bar “El Argentino”, más conocido como “café de Volpí” (así se llamaba su dueño) se dio cita un grupo de amigos. Imagínense, amigos, el momento justo en el que estaba a punto de nacer toda nuestra pasión. ¿Cuántas cosas dejamos de hacer los fines de semana por lo que en ese momento estaba a punto de nacer?

Entonces quedó conformada la primera Comisión Directiva del club, integrada de la siguiente manera: Filiberto Ferrante (Presidente); Domingo Molinari (Vicepresidente); Roberto Romo (Secretario General); Fernando Pujol (Secretario); Antonio Molinari (Prosecretario); Horacio Pantuliano (Tesorero); Joaquín Rodríguez (Protesorero); Alberto Albertini; Duilio Bertini, Pedro Cacheiro, Alberto Cado, Carlos Cado, Carlos Ceriani, Francisco Indart, Jorge Pérez (Vocales); Simón Gaitánides, Orestes Menéndez y Miguel Piantoni (Revisores de cuentas). La sede comenzó siendo en un principio la propia casa de Pagano ubicada en San Martín 444 y se asocian a unas más de 50 personas entre familiares y amigos. La primera cancha es gestionada por Carlos Alberto Tafuro relacionado con la fábrica C.I.D.E.C., quienes no tienen inconvenientes en cederle sus terrenos. El nombre de esta nueva religión: Sportivo Morón.

Con la casaca a rayas verticales rojas y blancas, como la de Estudiantes de La Plata, la nueva religión comienza a participar en los torneos zonales de la Liga hasta que obtiene el campeonato en 1950. Y precisamente, a finales de ese año, la AFA aprueba la solicitud de Sportivo Morón  de participar en el torneo de Primera D. Sí, amigos, venimos del barro y eso es lo que nos hace valorar con el corazón todo lo conseguido posteriormente.

Y para participar aquí, había que conseguir un nuevo estadio que cumpliera con los requisitos que exigía la AFA. Es así como en el año 1951 ese nuevo estadio pasa a estar ubicado en los terrenos cedidos por la fábrica Sportlandia. ¡Esta gente ayudó a crecer al gallo! Hoy en día podemos decir que son parte de nosotros. La textil Víctor Hugo cede las casacas cuyo diseño pasa a ser ahora igual a la camiseta de River. Se estrena la cancha en un amistoso con la tercera de Boca al que concurren más de mil personas. Esto ya estaba queriendo decir algo, no? Y mientras espera la aprobación de la AFA para utilizar el nuevo estadio, Morón hace de local en cancha de Ferro.

El debut oficial del Gallo en torneos de AFA es el 14 de Abril de 1951, en Ferro, contra Acassuso, y es una victoria por 2 a 1 con goles de Indart y Sardini.

El debut oficial del Gallo en torneos de AFA en su cancha de Sportlandia es el 26 de mayo de ese mismo año. De 16 equipos, Morón termina anteúltimo en el campeonato, y séptimo en la tabla de recaudaciones. Las boleterías indican claramente que sangre hirviendo, con avidez de lava volcánica, transita por las venas de los habitantes del Oeste.

 

Horizonte Cercano

Los integrantes de aquel plantel del Sportivo Morón en aquellos primeros tiempos del amateurismo eran los mismos jugadores que venían integrando el equipo de Los Piratas. Ya para el comienzo del campeonato de 1952 se comienza a incorporar a jugadores de la zona de Morón, de las canteras de los clubes de barrio que integran el municipio, y que cobraban sólo viáticos y premios. Es para destacar que los jugadores de fútbol del ascenso estaban muy lejos de mantenerse exclusivamente de esta actividad, y debían tener un trabajo alternativo.

Antes de comenzar aquel torneo, Morón debe cambiar el nombre de “Sportivo” por una resolución de la AFA que prohibía el uso de nombres extranjeros, con el propósito de mantener cierta identidad nacional. Así es como Morón cambia su nombre por el de “Deportivo”.

Deportivamente hablando, Morón comienza su historia en franco crecimiento. En el campeonato de 1952 termina anteúltimo, un punto arriba de Riestra. En el campeonato de 1953 termina en el cuarto puesto, en el de 1954 Sacachispas asciende a Primera C y Deportivo Morón termina en el segundo puesto.

Hasta que el año 1955 marca la fecha en la que se comienzan a acariciar los sueños.  El intendente municipal, César Albistur Villegas, comunica que cede al Club Deportivo Morón los terrenos ubicados sobre la calle Almirante Brown para levantar allí su estadio, y mientras tanto se decide no jugar más en la cancha de Sportlandia, y alquilar el viejo estadio de All Boys para hacer de local. Los primeros tablones para hacer el nuevo estadio son cedidos por el Club Ferro Carril Oeste en parte de pago por la venta del jugador Julio Velárdez, además de 10.000 pesos y un auto 0 km. El sábado 22 de octubre de 1955 Morón derrota a Deportivo San Justo (hoy conocido como Almirante Brown) por 2 a 0 en cancha de Chacarita y obtiene el ascenso a Primera C., y así formó el equipo aquella tarde: Bartolucci, H. Rodríguez, E. García; Smith, Z. Velardez, J. López; A. Velardez, Parrado, Valdez, Alarcón, Bestene. D.T.: Miguel Prestipino.

Esta es la etapa en la que comienza a construirse el nuevo estadio, y la primera tribuna con capacidad para 1500 espectadores fue levantada con las propias manos del presidente de la época, Lorenzo Capelli, y un grupo entusiasta de colaboradores. En el plano institucional, el año 1956 encuentra al Deportivo Morón en una nueva sede ubicada en la calle Buen Viaje al 1100, y se realiza una importante campaña de socios…

Para su primera temporada en Primera C, el Gallo decide mantener la base del equipo campeón del campeonato anterior, y el 21 de abril de 1956 debuta en la divisional y en su cancha de Almirante Brown y Humberto Primo. Ese día Morón derrota a Brown de Adrogué por 5 a 3. El final de aquel campeonato lo encuentra de mitad de tabla hacia abajo, pero los pechos de los habitantes del Oeste comienzan a llenarse con aires de grandeza.

En el año 1957 logra construirse una nueva tribuna de madera que incrementa la capacidad del estadio a 5.000 personas, y que estaba ubicada en el lateral que se extiende sobre la calle Humberto Primo. Además, es el año en el que se estrena el símbolo representativo de la institución en la camiseta: el gallo. Morón termina cuarto en la tabla, mientras que una hinchada cada vez más numerosa inunda los tablones con maremotos de sudor.

En el año 1958 el Gallo continúa formando planteles altamente competitivos, esta vez de la mano de Arturo Rodríguez, que se encarga del fútbol gracias a su buen ojo para contratar jugadores. En este campeonato vuelve a terminar en el cuarto puesto en la tabla de posiciones, convirtiéndose en uno de los principales protagonistas de la categoría y que además iba a ser un augurio de lo que pronto iba a venir.

 

El Cielo es Rojo y Blanco

Morón está creciendo. Morón es un tornado descontrolado dispuesto a llevarse todo por delante. El empeño que ponen sus dirigentes, trabajando arduamente, calzándose el overol, desgarrándose las manos, generando recursos con la fortaleza que les da la voluntad, el corazón, las tripas, comenzará a dar sus frutos en la próxima década.

El Gallo se consagra Campeón del torneo de Primera C de 1959 ganando 28 de los 34 partidos que disputó y perdiendo sólo 2.  A sólo 9 años de comenzar a participar en los torneos de AFA, el equipo que llevó al Gallo a la segunda categoría del fútbol argentino formaba con: Ferrer, Molinari, Arguissain, Borda, Bernardez, Lizardo, Scaini, Bermúdez, Miranda, Rodriguez, y Bestene. D.T.: Raymundo Sandoval.

Morón tiñe todas las canchas de un fervor de rojo y  blanco, y en 1960 se comienza con la construcción de las nuevas tribunas y plateas de cemento en el estadio de Brown y La Roche, obra que se culminaría a mediados de 1961. En su primera incursión en la B, el Gallo comparte el cuarto puesto con Quilmes al finalizar el torneo.

En el año 1962 nace la más linda: la casaca diseñada por Sportlandia, blanca con la franja roja cruzando el pecho, ahí, como si fuera la continuación del corazón. La misma que hoy nos identifica en todos lados.

El común denominador de la década es tener al Gallo como protagonista de los torneos tanto en la cancha como en las tribunas, y también es una época de crecimiento constante. En el año 1965 se construye la tribuna que da a espaldas del Ferrocarril Sarmiento. En el verano de 1967 se inaugura la pileta olímpica en la sede de Mitre y Colón.

En marzo de 1968 asume como presidente de la institución Virgilio Machado Ramos, ex dirigente de Colón de Santa Fe, personaje ambicioso que cambiará la manera de hacer política en Deportivo Morón, y que influirá notablemente en su historia.

Y este es el año. Es el año del delirio más dulce que el club haya tenido en su historia a nivel deportivo. El 30 de noviembre de 1968 el Gallo empata de local con Unión de Santa Fe 0 a 0, y obtiene uno de los 6 ascensos a Primera División que otorgaba el Torneo Reclasificación. Aquella tarde el Gallo formó con: Bargas, Solana, Pérez, Semenewicz, Ricci, Busti, Paflik, R. López, Ochoa, Gigliani, González. D.T.: Ricardo Aráuz.

El 30 de diciembre de ese mismo año Deportivo Morón juega de local un partido amistoso ante Boca para inaugurar la iluminación artificial en el estadio.

El Gallo está en Primera, su gente se llena la boca de carnaval, el corazón bañado por el dulce vino de la alegría, la angustia que al fin se ve desbordada por la emoción, los brazos levantados hacia el cielo… queriendo abrazar el cielo, que es todo rojo y blanco.

 

Siempre en el corazón

Acá comienza la parte más larga de la historia de nuestro querido club, la parte de la historia que llega hasta nuestros días y que también nosotros hoy, todos los que heredamos esta pasión, estamos escribiendo.

El año 1969 marca la fecha en la que el Deportivo Morón consigue el logro más alto en el plano futbolístico, y que además de ser muy fugaz, ya que solo duró un año, jamás hasta estos días, en los que se escriben estas páginas, se pudo recuperar. Y esta es la parte más larga en el tiempo ya que el Gallo transitó de aquí en adelante un camino con altibajos, un camino cuya pasión estuvo siempre depositada en los torneos de ascenso. Un camino plagado de más sinsabores que alegrías en el plano deportivo e institucional. De aquí en adelante, podemos decir que en nuestra corta historia, esta es la parte más “decadente”.

Morón tiene un comienzo ideal de campeonato en Primera A: permanece primero durante las primeras 5 fechas del torneo. Pero luego tiene un desarrollo muy irregular y termina anteúltimo en el Metropolitano, lo que lo obliga a jugar el Reclasificatorio en donde el Gallo termina en el último lugar con Banfield. Y tiene una posibilidad más de jugar en primera, debiendo disputar el Reclasificatorio A-B. Pero las malas estaban de nuestro lado, y el Gallo no tuvo suerte. Le tocó descender a la Primera B.A

Aquella empresa de estar en Primera le resultó en un gran costo económico al club por todas las deudas contraídas. Aunque en su vuelta a la B, en el campeonato de 1970, casi araña nuevamente el ascenso, terminando primero en el campeonato, pero al no haber un campeón directo, debió disputar un octogonal en el que terminó último. La complicada situación económica del club deriva en que ante la falta de generación de recursos, el Gallo no conforme planteles competitivos y termine deambulando por mitad de tabla durante los próximos 3 campeonatos. Hasta que en 1974 Morón realiza una de las últimas mejores campañas en Primera B, saliendo primero en su zona, y jugando un cuadrangular por el ascenso que finalmente no pudo lograr.

El año 1975 marca el nacimiento de la amistad con Tigre, aunque futbolísticamente comience una decadencia que en el año 1977 lo condena al segundo descenso en su historia. El Gallo sale subcampeón en los campeonatos de 1978 y 1979 de Primera C.

Hasta que en 1980 vuelve a ascender a Primera B, ganando 28 partidos y perdiendo sólo 2, conformando un equipo inolvidable. Aquella tarde lluviosa de la 36° fecha el Gallo va al Parque San Martín a jugar con Deportivo Merlo, al que derrota por 4 a 2, con la siguiente alineación: Peidró, Guereño, Franchocci, J.C.Gomez, Stagliano; Colombatti, Quiroga, Milano; Alvarez, Ruiz, Atilio Romagnoli. D.T.: Mario Griguol.

El Gallo vuelve nomás a jugar el torneo más grande de ascenso y que lo va a tener como participante hasta 1990, viviendo hitos memorables, tardes de alegría inolvidables, emocionantes, como la victoria ante San Lorenzo en cancha de Huracán sacándole el invicto en el año 1982, la victoria ante Racing en cancha de Velez en 1984 al que también le saca el invicto, y los partidos por el octogonal de ese mismo campeonato ante Racing también en cancha de Velez, o la victoria ante el puntero Rosario Central en 1985.

En el año 1986 se crea el Campeonato Nacional B, que se disputará con la clasificación de equipos del interior y los mejores de la B Metropolitana, y el Gallo no clasifica por sólo 2 puntos, hecho que fue casi como un descenso, ya que se participa ahora en la tercera categoría del fútbol argentino.

Hasta que en el campeonato 1989/90 el Gallo obtiene por primera vez el derecho a disputar dicho campeonato coronándose campeón de Primera B. La tarde soleada del 14 de abril de 1990 Morón asciende al Nacional B al vencer en su estadio a Defensores de Belgrano por 2 a 0, condenándolo a la vez al descenso. Otro equipo inolvidable: Silva, Herrera, Lara, Lagunas, Cuenca, Compagnucci, Nardozza, Ledesma, Alarcón, Pasceri, Espíndola. D.T.: Salvador Daniele.

De esta manera se transforma en uno de los cinco equipos que militaron en todas las categorías profesionales del fútbol argentino.

 

Fuentes

– Síntesis histórica del Partido de Morón, Instituto y Archivo Histórico Municipal de Morón.

– Leguizamón, Martín. Fútbol, pasión e identidad. Derivas de la simbología de una práctica, Proyecto Editorial, Buenos Aires, 2002.

– Díaz, Claudio. Morón. El grito nuestro de cada sábado. 1947-2000. Asunción, Paraguay, 2000.