Y acá está el equipo. Morón estaba obligado a ganar tras el mal arranque en el torneo (dos derrotas) y lo hizo de la mejor manera ante un rival muy complicado. Fue 2-1 a Atlanta con tantos de Damián Akerman y una buena producción en general.
Desde el primer minuto el equipo de Walter Otta llevó la presión que le signficaba la imperiosa necesidad de los tres puntos al terreno de juego: el mediocampo comandado por Emmanuel Giménez y acompañado por Lillo y Guzmán no daba respiro al juego de la visita, irrumpía lejos del arco de Álvarez y bloqueaba el juego rival. La defensa, finalmente definida en cuatro hombres, se mostraba firme; y arriba Rossi y Akerman conectaban más con el funcionamiento global.
Y así se explica el primer gol a los 14 minutos: Gerardo Martínez ayudó en la marca, Giménez fue inteligente para recuperar y habilitó a Akerman, quien dejó pagando a un defensor y sacó su remate: palo y adentro. Desde entonces el trámite del encuentro entró en una meseta hasta el entretiempo.
Los primeros minutos de los complementos no le están sentando bien al Gallo: Atlanta fue por el empate y lo consiguió rápido. Primero le anularon un gol por un offside que fue pero rara vez se cobra; luego, anticipo de Otermín en el primer palo, córner y adentro. 1-1.
Sin embargo, lejos de venirse abajo, Morón fue por la victoria que terminó logrando y justificando. Tras algunas oportunidades desperdiciadas, tiro de esquina perfecto de Gerardo, cabezazo de Mayola y otra vez Damián por el segundo palo.
El Bohemio quiso pero no pudo, de contra Morón pudo más de lo que hizo. Pero necesitaba los tres puntos y se los quedó, encima con el agregado de haber jugado bien ante un rival siempre difícil y que había vencido en sus primeros dos partidos.
El sábado desde las 15.30 visitará a Comunicaciones buscando una nueva victoria que ratifique la remontada y el buen juego.